Nacido en el King County Hospital de Seattle en el estado de Washington, Estados Unidos, de madre de orígenes nativo americana y padre afroamericano, con el nombre de Johny Allen Hendrix. Le cambiaron el nombre por el de James Marshall Hendrix en memoria del hermano fallecido de su padre Leon Marshall Hendrix.
El pequeño Jimi pasó sus primeros años en un barrio muy humilde y tuvo una infancia marcada por el divorcio de sus padres avenido cuando éste tenía apenas 9 años; como consecuencia, fue otorgado en tutela a su abuela paterna Nora Rose Moore, en ese entonces la única persona en grado de garantizarle un mínimo de estabilidad.
Obtuvo su primera guitarra acústica a los 14 años por cinco dólares a un conocido de su padre, reemplazando el ukelele de una sola cuerda que su padre había encontrado limpiando un garaje. Aprendió practicando constantemente, mirando cómo tocaban otros músicos más experimentados como Erick Johnson Y B.B. King; entre otros. En 1958, el año en que muere su madre, su padre le compró su primera guitarra eléctrica, una Supro Ozark blanca, aunque sin amplificador, con la que tocó en varias bandas locales. Ese mismo año su única calificación baja en la escuela fue una F en clase de música. Poco interesado en la escuela, que dejaría antes de graduarse, Jimi comenzó a dedicarse tempestivamente a la música: sus puntos de referencia fueron guitarristas de la escena del blues de Chicago como Elmore James, Muddy Waters o Albert King, por no hablar de leyendas del más sobresaliente delta blues, como Robert Johnson y Leadbelly, y del rock and roll como Chuck Berry.
En los inicios de la década del
El acercamiento a la escena musical
Una vez obtenida la baja, "Buster" (como le conocían muchos amigos y familiares) fijó su residencia en las cercanías de Clarksville, en Tennessee. Comenzó a actuar en público en 1962 con el grupo formado junto a su amigo Billy Cox, los King Casuals. El grupo comenzó a exhibirse en locales de la zona hasta que la formación entera decidió trasladarse a Nashville. La actividad del grupo se desarrollaba esencialmente en locales de la zona de Jefferson Street, tradicionalmente considerada el corazón de la comunidad afroamericana de Nashville y conocida por la intensa escena rhythm and blues que en aquel periodo se estaba desarrollando; este ambiente propició e influenció las primeras experiencias "en vivo" de Hendrix.
Durante los tres años siguientes Jimi llevó una vida errática, formando parte en la gira del llamado Chitlin' Circuit y convirtiéndose en una presencia fija mediante una interminable serie de exhibiciones, tanto de guitarrista de los King Casuals como en grupos de soporte para un gran número de músicos blues, rhythm and blues y soul como Chuck Jackson, Slim Harpo, Tommy Tucker, Sam Cooke y Jackie Wilson. El periodo transcurrido en el Chitlin' Circuit resultó fundamental para su formación musical y estilística; en este contexto Hendrix definió su actitud y consolidó su conocimiento de las raíces del blues.
1966 fue el año del giro definitivo para Hendrix. Durante una noche en el Cheetah Club, ubicado sobre
Hendrix se esforzó en buen grado para elaborar una versión propia de Hey Joe; el resultado entusiasmó a Chandler hasta el punto de inducirlo a llevar al guitarrista a Londres para firmar un contrato con el soporte del manager saliente de Animals, Michael Jeffrey. El paso sucesivo tenía que ser el de acercarle algunos músicos adecuados al nuevo sonido que tenían en mente. Después de algunas audiciones se decidió en estructurar la formación sobre un modelo power-trio (en la época muy de moda, visto también el éxito de los entonces recién nacidos Cream) y los personajes elegidos para ese fin, ambos ingleses, fueron el guitarrista Noel Redding, relegado al bajo y el pirotécnico baterista Mitch Mitchell.
Había nacido
El sonido del trío se reveló como una novedad absoluta; desde las primeras exhibiciones en Europa, las visionarias escaladas sonoras de Hendrix sostenidas por la furiosa batería de Mitchell y de las lineas esenciales del bajo de Redding, crearon enorme impresión en el mundo de la música londinense, dando vida a un pasaje de voz sin precedente entre los artistas y grupos que animaban la escena del Swinging London en aquel entonces. La salvaje actitud "en vivo" del guitarrista creó suspiros angustiosos en artistas ya afirmados como Eric Clapton y Jeff Beck de los Yardbirds, y el aura que lo acompañaba le permitió muy pronto de entrar en el panteón de la música rock de la época, al punto que los músicos de The Who se empeñaron en que Hendrix aceptase una propuesta de su discográfica,
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